¿Un diagnóstico supone la aceptación propia de la nueva condición? La experiencia nos ha enseñado que no tienes por qué. Desde la Fundación queremos poner el foco en la aceptación para poder tomar las riendas de la nueva situación y no sentirse arrastrado por la vorágine de emociones y sensaciones que conlleva el diagnóstico. 

Un ejemplo de ello, es la entrevista que el exjugador de fútbol Juan Carlos Unzué concedió en “Viajando con Chester” . En ella, el exfutbolista habló de la motivación que él sigue sintiendo por la vida tras el diagnóstico de la ELA, pues lejos de compadecerse, Unzué ve su condición como una nueva oportunidad de vivir nuevas experiencias y de seguir disfrutando de los suyos. 

Dicho así parece muy fácil aceptar el diagnóstico, pero eso se logra gracias a la capacidad de resiliencia, que funciona como variable protectora de la salud física y mental en momentos de estrés y cambio. Esto es debido a que la resiliencia se caracteriza por la capacidad de búsqueda de soluciones y una buena gestión emocional frente a la superación de temores, además de flexibilidad mental y aceptación. La flexibilidad mental se refiere a la capacidad de conseguir cambiar el significado de las situaciones (a una visión positiva) y que se conviertan en una nueva oportunidad. Mientras que, la aceptación se refiere a  reconocer que hay circunstancias estresantes incontrolables, cambiar las expectativas acerca de las consecuencias y centrarse en aquellos aspectos que sí podemos controlar. 

Para hacer frente a estos sucesos vitales es esencial tener un círculo social que apoye y sirva como red de seguridad. 

Aceptar la ELA y convivir con el diagnóstico no es tarea sencilla, cada uno tiene su proceso a la hora de ajustarse a la nueva condición, que puede necesitar más o menos tiempo, y más teniendo en cuenta que solo parece haber impedimentos de nuestros cuerpos y, que en muchas ocasiones sentimos que es la propia sociedad la que pone barreras a la ELA continuamente.

A pesar de ello, queremos lanzar con este artículo un mensaje de esperanza, la vida no se paraliza con el diagnóstico, sino que cambia, y es tarea nuestra decidir si agarramos esas nuevas oportunidades o las dejamos desvanecerse.

Fuentes: