Carmelo Angulo “vivió con compromiso, entusiasmo, intensidad y profesionalidad todas las causas nobles y humanas que le fueron encomendadas”, resumió la Presidenta Ejecutiva de la Fundación Francisco Luzón, María José Arregui, en el homenaje a este diplomático español, fallecido el 30 de noviembre de 2022. Familiares, amigos y colegas con los que trabajó a lo largo de su dilatada carrera se reunieron el 24 de enero en el Ateneo de Madrid para conmemorar la figura de Angulo, en un acto en el que las palabras “solidaridad”, “pasión” o “feliz” sonaron muchas veces.
Durante el acto, que se celebró en la Sala Cátedra Mayor del Ateneo de Madrid, tomaron la palabra el presidente de esta institución, Luis Arroyo; el presidente de UNICEF Comité Español, Gustavo Suárez Pertierra; la Presidenta Ejecutiva de la Fundación Francisco Luzón, María José Arregui; la escritora Rosa Montero; la experta en cooperación internacional y desarrollo Lola Martín Villalba; el embajador Pablo Benavides; el exdirector de la Secretaría Iberoamericana para México y Caribe, Manuel Guedán, y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. Por parte de la familia se escucharon las voces de Javier, hermano de Carmelo, y de Mara, una de sus cuatro hijos.
Tal como vaticinó Luis Arroyo al comienzo del acto, el homenaje se convirtió “en una declaración de amor hacia Carmelo y a todos los que dan su vida por la solidaridad”. Por su parte, Javier, hermano del diplomático fallecido, expresó el inmenso orgullo que la familia sentía por él, y destacó su “talante tan próximo” en lo personal, además de la cantidad de amigos que había logrado reunir gracias a su empatía.
Gonzalo Suárez Pertierra, presidente de Unicef España y exministro de Asuntos Exteriores, rememoró el trabajo de Angulo en Unicef en un período marcado por crisis humanitarias como la epidemia de Ébola o la guerra en Siria y aseguró que Angulo “movilizó a la sociedad española hacia el bienestar de los niños, algo por lo que fue reconocido en España y a nivel internacional”. El exministro quiso recordar que el homenajeado “fue una de las primeras voces en pedir un pacto de Estado en favor de la infancia”.
En la causa de la ELA
El testimonio de las personas que contaron con el apoyo de Carmelo Angulo también se escuchó durante el homenaje. El vídeo de la Fundación Francisco Luzón proyectado en el auditorio recogía los testimonios de personas afectadas de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), colaboradores y patronos de la entidad. Todos expresaron su suerte por haberle tenido de su parte, alabaron su compromiso y su legado en la causa de la ELA, y dedicaron un recuerdo emocionado al que fuera vicepresidente de la Fundación.
“Carmelo abrazó y vibró con nuestra causa, trabajó incansablemente hasta el último día en nuestro proyecto. Por eso, desde nuestra Fundación, damos gracias a la vida por haberlo tenido a nuestro lado y de nuestro lado”, expresó la Presidenta Ejecutiva de la Fundación Francisco Luzón, María José Arregui, quien, al cierre de su intervención dedicó a Angulo unas palabras en español y portugués: “te echamos de menos, tenemos inmensas saudades tuas”.
Una vida grande
“Qué gran vida, vivida con pasión, con curiosidad, con responsabilidad, con empatía, con mucho valor”, dijo la escritora Rosa Montero, quien fraguó durante décadas una profunda amistad con Carmelo Angulo. “No podía pasar por la vida sin implicarse, en todas las causas posibles, todas las que le caían alrededor”.
Para ilustrar cómo actuaba siempre en la vida este “hombre de bien” que dejaba “una estela de luz”, la escritora recordó el papel crucial de Carmelo Angulo cuando era embajador en Argentina, en 2002, y promovió el diálogo durante la crisis del corralito. “Su vida, concluyó Montero, “ha mejorado el mundo”.
También muy cercana al desaparecido diplomático, la experta en cooperación Lola Martín Villar presentó el retrato de un hombre “cautivador, amable y generoso”, que se caracterizaba por su carácter seductor, especialmente en lo intelectual. “Tenía esa capacidad de escuchar, de dialogar, de poner siempre de acuerdo a la gente”, explicó, y alabó su visión de las relaciones de España en las que “la cooperación era un camino de ida y vuelta, un diálogo entre dos mundos”.
El embajador Pablo Benavides, compañero de Carmelo Angulo en la Escuela Diplomática (promoción de 1976), narró cómo trabajaron juntos en las nuevas relaciones exteriores de una España democrática. “Carmelo supo montar una política de cooperación, de conocimiento profundo de América Latina, y fuimos capaces de conseguir que España contara, en la Unión Europea y en la OTAN”.
“Para mí fue una entrañable persona, un excelente diplomático del Servicio Exterior de España y de Naciones Unidas, y un hombre de sólidas convicciones progresistas” dijo Manuel Guedán, quién destacó que el trabajo de Angulo no puede entenderse sin estos tres rasgos. Guedán trabajó junto con Carmelo Angulo y Fernando Martín Valenzuela, de los que dijo que sentaron las bases de la cooperación y el desarrollo como una de las políticas más importantes de la dimensión exterior de España. “Fue en gran parte obra de Carmelo, y de mucha otra gente, pero obra entusiasta de Carmelo”, aseguró.
Un ser humano único, profesional excepcional
Durante el homenaje, Luis Arroyo aludió, como Rosa Montero, al papel esencial como mediador que asumió Carmelo Angulo junto al quien hoy es el Papa Francisco, en la crisis del corralito en Argentina. El Papa envió a la familia un mensaje de condolencia, “una nota de amigo” firmada con sencillez con su apellido, Bergoglio, renunciando al boato papal.
En previsión a que la sesión parlamentaria en la que participaba le impidiese llegar al homenaje, como al final sucedió, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, dejó grabado en vídeo su tributo a Angulo. “Carmelo ha dejado claramente una impronta en su sociedad. Como diplomático, abrió caminos nuevos para nuestra acción exterior, su vocación iberoamericana y su compromiso con el desarrollo fueron siempre ejemplares. Lo hizo con uno de esos rasgos que le definían: la ética”, expresó Albares, quien añadió que “sacaba de nosotros las mejores cualidades: la solidaridad, el diálogo, la atención a las causas de las personas más desfavorecidas. Nuestra cooperación y la imagen exterior de nuestro país le deben mucho a Carmelo Angulo”.
Mara Angulo, hija de Carmelo, brindó el retrato de un padre cercano que señaló a sus hijos el camino de la belleza, del arte, la literatura y el mundo de las ideas, pero también de un hombre que mimó su apariencia hasta el último minuto y que siempre dejaba “espacio para crecer”. “Como todas las cosas buenas en esta vida”, afirmó Mara, “mi papá era único, era un tipo de mente afinada e insaciable”.
Tan único, que su hija invitó a los presentes a recordarlo con músicas alegres, como las que comenzaron a sonar en la despedida del homenaje a Carmelo Angulo, entre ellas el clásico de The Beatles “I wanna hold your hand”.
Imágenes cortesía de Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.