Identificada una toxina asociada a la neurodegeneración en la ELA
por Patricia Jarabo | 21 Mar 2022

Las neuronas no son las únicas células que forman parte del sistema nervioso. Aunque ellas se encargan de recibir, gestionar y transmitir información, el resto de funciones deben ser llevadas a cabo por las células de la glía. Estas células van a dar soporte físico, nutricional y protección a las neuronas. Sin embargo, también pueden estar involucradas en generar un ambiente que promueva una determinada enfermedad.

Un equipo internacional de investigadores (Universidad Andres Bello, UMMS, Pontificia Universidad Católica de Chile) liderados por la doctora Brigitte van Zundert ha descubierto que una de las principales células de la glía, los astrocitos, podrían estar teniendo un importante papel en la progresión de la ELA y la demencia frontotemporal. Usaron tanto modelos de ratón como cultivos celulares provenientes de pacientes con diferentes mutaciones relacionadas con la ELA (SOD1, TARDBP y C9ORF72). Los resultados mostraron que los astrocitos tenían elevados niveles de una molécula llamada polifosfato (polyP). Normalmente, esta molécula está presente en todas las células, y no solo en las de humanos, sino en las células desde bacterias a mamíferos. Investigadores del grupo habían descubierto previamente que los astrocitos se comunican con las motoneuronas por medio del polyP. 

Lo que ha supuesto una gran sorpresa es que una molécula ancestral, crucial para numerosas funciones, parece ser un factor clave de estas patologías. No solo eso, el medio en el que crecían los astrocitos también mostraba altos niveles de esta molécula inorgánica. Únicamente recogiendo este medio y exponiendo a motoneuronas a él, es suficiente para que degeneren. Sin embargo, esta neurodegeneración era evitada degradando o neutralizando el polyP de los astrocitos o del medio. Además en muestras postmortem de médula espinal y líquido cefalorraquídeo de pacientes de ELA (tanto esporádica como familiar) encontraron pruebas de altos niveles de polyP. Estos primeros experimentos in vitro mostraron que el exceso de polyP podría estar siendo un factor clave en la degeneración de las motoneuronas. 

Trabajos como este demuestran que células con las que de forma normal las neuronas mantienen una comunicación importante para su funcionamiento, se ven influenciadas por una patología y pueden acabar teniendo un efecto tóxico cuando esa comunicación se vuelve aberrante. Siendo así, esta estrategia podría servir de biomarcador así como suponer una importante diana terapéutica  en el futuro.Referencia: Arredondo et al., (2022) Excessive release of inorganic phosphate by ALS/FTD astrocytes causes non-cell-autonomous toxicity to motoneurons. Neuron, DOI:https://doi.org/10.1016/j.neuron.2022.02.010