El Duelo
Paula Martínez

¿Qué es la pérdida? Todo aquello que tengo y que dejo de tener. Toda pérdida es un duelo, y todo duelo es una pérdida.



La vida tiene dos polos: el polo del nacimiento donde hay alegría, se congrega la gente y se celebra la llegada de una nueva vida; y el polo de la muerte, que también congrega a la gente para acompañar en el dolor. 

En general, si a una persona le preguntas cómo quiere morir, la respuesta más común es en paz. La única muerte digna es la que se vive con paz, pero no es sencillo, es un proceso de aprendizaje de vida en el que se entiende que aprender a vivir es aprender a morir.

El duelo es la respuesta a cualquier tipo de pérdida significativa. El duelo es una experiencia individual y única que se vive en solitario. La intensidad del duelo dependerá de la intensidad de los vínculos que existían entre la persona fallecida y la persona doliente. 

En el duelo, existen muchas formas como: el duelo por abandono (como cuando terminamos una relación con nuestra pareja, o con un amigo muy cercano), el duelo migratorio (cuando la persona abandona su país de origen), o el duelo evolutivo (cuando abandonamos una de las etapas de nuestra vida y pasamos a otra, como de la niñez a la juventud, o de la edad adulta a la vejez).

Pero aquellos que más dolor generan son aquellos duelos en los que la muerte está presente: 

  • Duelos por muerte, que produce un gran dolor.

  • Duelos complicados, que tendrá lugar cuando hay muchas pérdidas en un breve espacio-tiempo. 

  • Duelos patológicos, cuando para enfrentarse a un duelo la persona responde con conductas que se pueden asociar a patologías, como las autolesiones.

  • Duelo familiar, los que tienen lugar con la muerte de un familiar. 

Cómo respondemos ante ese duelo variará en función de la persona, pudiendo clasificarse en cuatro tipos de duelo: 

  • Duelo normal-sano, que es el que la mayoría suele experimentar. 

  • Duelo anticipado, que se trata de un proceso vivido por la persona y su familia, de forma previa a una pérdida real, pues se produce en un contexto de pacientes en paliativos o con enfermedades crónicas y son situaciones en las que hay una enfermedad avanzada y la muerte es un desenlace que ya se conoce. 

  • Duelo inhibido, en los que hay dificultad para expresar sentimientos). 

  • Duelo complicado, que comienza con la negación, continua con aislarse, la culpa, indefensión y por último el desamparo. 

El duelo es una experiencia muy agresiva que genera un gran dolor y angustia en la persona, por ello uno de los retos a los que nos enfrentamos es el de la elaboración del duelo

Para elaborar el duelo es necesario el aprendizaje activo y la regulación emocional, por ello, los desafíos para elaborar el duelo son: 

1º Aceptar la realidad de la pérdida (la primera tarea que suele serla más complicada pero la más necesaria). 

2º Abrirse al dolor, no negarlo, expresando las emociones, trabajando dichas emociones y el dolor de la pérdida. 

3º Revisar nuestro mundo de significados, cómo entendemos la vida, la pérdida…

4º Reconstruir la relación, pues la muerte no pone fin a las relaciones con los demás, sino que las transforma, y hay que adaptarse a la vida sin el ser querido (nueva identidad, roles). Poder continuar con nuestra vida sin esa persona, es esencial para tener un duelo sano. 

5º Reinventarnos a nosotros mismos sin el ser querido, abrirse a la vida y seguir viviendo, siempre teniendo presente que aunque la vida continúe, no olvidamos, pero recolocamos al ser querido en un lugar que es solo mío. 

A pesar de las situaciones que el duelo puede conllevar, el duelo no es una enfermedad, y por tanto no debemos patologizar el duelo. El duelo es una experiencia por la que todos hemos pasado o pasaremos. 

Lograr un duelo sano, es por tanto, una hazaña que requerirá de un gran esfuerzo y valentía por parte del doliente, pero como ya hemos dicho aprender a vivir es aprender a morir y queremos recordar que el agradecimiento salva vidas, pues a veces, cuando hay dolor puede salir lo mejor de uno mismo, ayudándonos a elaborar el duelo, o acompañando a esa persona que sufre, escuchando, pues solo con esa pequeña acción, estamos generando una ayuda que ni sabíamos que podía llegar a existir.


 Fuentes:

Bermejo, J. C., Villaceros, I. y Fernández-Quijano, I. (2016). Escala de mitos en el duelo. Relación con el estilo de afrontamiento evitativo y validación psicométrica. Acción Psicológica, 13(2),29-142. https://www.humanizar.es/fileadmin/media/documentos/Investigacion/Duelo/articulos-revistas/ESCALA_DE_MITOS_EN_DUELO._RELACION_CON_EL_ESTILO_DE_AFRONTAMIENTO_EVITATIVO_Y_VALIDACION_PSIMETRICA.pdf

Centro de Humanización de la salud. Religiosos Camilos. (noviembre 2022). Duelo

https://www.humanizar.es/

Magaña, M., Bermejo Higuera, J. C., Villacieros, M. y Prieto, R. (2019). Estilos de afrontamiento y diferencias de género ante la muerte. Revista de Psicoterapia, 30(112), 103-117. https://www.humanizar.es/fileadmin/media/documentos/Investigacion/Duelo/articulos-revistas/estilos_de_afrontamiento_y_diferencias_de_genero_ante_la_muerte_-_REV_PSICOTERAPIA.pd

TEDxTalks. (2019). Hablar de la muerte ayuda a vivir y morir mejor. Montse Esquerda. [Archivo de Vídeo]. https://www.youtube.com/watch?v=zA5vsA3AMNo